Llega el momento de embotellar y de vestir la botella, es decir, etiquetarla. Está claro que lo que realmente es importante en una botella de vino está en el interior. No hay discusión en ello. Pero eso no es excusa para no prestarle atención a la etiqueta. Una etiqueta no solo sirve para cumplir con la normativa, poner la marca, la añada y la denominación de origen*. Una etiqueta es una oportunidad para explicar algo del vino, de la bodega, de la filosofía que envuelve a esa botella. Es cierto que una etiqueta creativa, bien diseñada, con una imagen original y definida puede ser decisiva en el punto de venta porque ya sabemos todos que la oferta es infinita y que, de alguna manera, hay que llamar la atención.
Pero una etiqueta, además de imagen, es también la manera de contarle algo al consumidor y de mostrar quienes somos, cómo somos y, en consecuencia, qué tipo de vino ofrecemos. El branding del vino no solo es márqueting, destacar, vender. Eso puede funcionar temporalmente pero toda moda es pasajera.
El branding en el vino y en cualquier otro producto trata de construir una identidad de marca que refleje tu personalidad y que convierta tu producto en algo único, que le aporte diferenciación en el mercado y que te permita conectar con tu consumidor ideal y conquistarlo. Porque nada mejor que la verdad y la autenticidad para cautivar a alguien, aunque a veces ello requiera tiempo.
No es nada fácil definir una marca y dotarla de personalidad. No hay una metodología a seguir. Acertar requiere tiempo, reflexión, análisis… y, sobretodo, verdad y coherencia. No obstante, existen algunas teorías que nos pueden ayudar como la del Golden Circle (círculo dorado) de Simon Sinek.

Sinek dice: «las personas no compran lo que haces, compran por qué lo haces». Y con ello nos quiere decir que hay que empezar explicando el por qué y solo entonces hablar sobre el cómo y el qué. ¿Y por qué? Pues tiene que ver con las partes del cerebro que usamos para comunicarnos. Cuando hablamos de lo que hacemos, estamos hablando con una parte analítica del cerebro. Pero cuando hablamos del por qué, conectamos con la parte emocional y el comportamiento humano. ‘Think different’, nos dice Apple. ‘Just do it’, nos reta Nike. ‘¿Te gusta conducir?’, nos pregunta BMW.
Se pueden contar grandes historias con las etiquetas. No desaprovechemos la ocasión porque sea lo que sea que queramos expresar: clasicismo, elegancia, glamour, tradición, modernidad, frescura, reputación, arte, creatividad, carácter, naturalidad, experiencias… podemos transmitirlo en el diseño y en el storytelling.
El vino de ‘El viaje al centro del Vino’



Julio y yo nos pasamos la tarde embotellando y etiquetando, manualmente. ¿Y qué quieres transmitir tú en tu vino?, me pregunta. Pues, sin duda, mi experiencia, mi historia vivida en el Bierzo y contada a través de este blog, mi año de descubrimiento a través del apadrinamiento de una viña, de aprendizaje junto a 13 Viñas, de charlas y momentos compartidos con tantos viticultores y bodegueros. Quiero que quien conozca el blog, descubra mi vino y quien descubra mi vino, encuentre este blog. Porque el blog y el vino son el resultado de esta aventura que se inició ahora hace un año y que para mí representa la oportunidad de explicar al mundo que ese vino que bebemos alegremente en el bar, compartimos en una cena o disfrutamos con unos amigos, mas allá del sabor, esconde todo un universo detrás: el despertar de la cepa, los cuidados del viticultor, la expresión del terruño, la climatología, la historia del viñedo, el desarrollo de la uva, el momento de la vendimia, las decisiones enológicas, las técnicas de vinificación, los trabajos en bodega, la crianza, la cata, la comercialización…Todo un año de trabajo, pasión y mucha, mucha incertidumbre.
El esfuerzo que hay detrás de una botella es inmenso. El Bierzo lo sabe bien. Ahora contémoslo al mundo, valoremos ese fuerzo y hagámoslo con una buena copa de El Viaje al Centro del Vino. El reto continúa…

*La información obligatoria en las etiquetas:
- Un nombre de marca: 13 Viñas. Embotellado para Maite Ruiz Arasa/El Viaje al Centro del Vino
- El año de cosecha: 2021
- La variedad: Mencía
- La zona de producción: DO Bierzo
- El porcentaje de alcohol respecto al volumen: 14%
- El nombre y la dirección del embotellador: 13 Viñas
- El lugar de embotellado: Cubillos del Sil
- El contenido neto: 75cl
- La frase «contiene sulfitos»
- Número de lote, registros de embotellado y sanidad
- La tirilla con el número de control de garantía de la denominación de origen