Puede que a algunos de vosotros os suenen La Faraona, el Rapolao o Valtuille como algunos de los vinos más preciados del Bierzo: La Faraona, ese vino de Descendientes Palacios que ha alcanzado los 100 puntos Parker y cuesta más de 1.200 euros. Ultreia de Valtuille, esa mencía del gran Raúl Pérez -elegido dos veces mejor enólogo del mundo- o El Rapolao, ese otro vino tan buscado por todos desde que Parker le otorgó los 96 puntos. Y sí, es cierto, son vinos. Pero antes que nombres de vinos son nombres de viñedos, de pueblos y parcelas específicas del Bierzo que existían ya antes de la aparición de Parker.
El Bierzo se ha configurado históricamente como un mosaico de pequeñas parcelas de viejos viñedos, mayoritariamente de la variedad de uva mencía (76,5%), cultivada en la zona desde la Edad Media. Ese mosaico se ha ido manteniendo así hasta hoy. Algunos viñedos han sido abandonados, es cierto. Pero los que se han mantenido, lo han hecho conservando su origen parcelario en manos de pequeños propietarios, la mayoría pequeños viticultores que vendían las uvas a la cooperativa o hacían vino para casa. De todos aquí era conocido que la mencía del valle, en Valtuille o Cacabelos, era distinta de la mencía de la montaña, en Ozuela o Corullón. Que no era lo mismo tener un viñedo en suelo con pizarra que tenerlo con arenas o arcillas, cercano al río o alejado o en orientación norte u orientación sur. Y lo maravilloso ha sido que han mantenido todas esas parcelas, de cepas viejas y de una variedad autóctona y única en el mundo, como no ha sucedido en otras zonas vinícolas de España, donde se arrancó viñedo y se apostó por otras variedades, entre ellas las francesas.
Y mientras Rioja, Ribera del Duero, Priorat, Rueda o las Rias Baixas iban poco a poco ganando prestigio y reconocimiento, el Bierzo se quedó dentro de esas otras zonas, históricamente vinícolas, en segundo plano para los mercados. Pero lo que durante mucho tiempo fue una debilidad para el Bierzo, hoy se ha convertido en su fortaleza. ‘Mantuvimos nuestra identidad, sin copiar a nada ni a nadie y el tiempo nos lo está recompensando’, afirma hoy la presidenta de la DO Bierzo, Misericordia Bello.
Impulsada por el trabajo realizado en los 90 por algunos de los bodegueros y enólogos de la zona, con Alvaro Palacios y Ricardo Pérez en cabeza, la DO Bierzo decide en 2015 apostar por la zonificación como valor diferencial. Tras cinco años de intenso trabajo, en 2019 se aprueba la nueva clasificación que sustituye a la clásica ordenación por edad de los vinos (jóvenes, crianza, reserva y gran reserva). Esta nueva clasificación se olvida de los tiempos y procesos de elaboración y se centra en la procedencia de las uvas y las características climáticas y edafológicas de los viñedos. Es ahí cuando toman protagonismo los pueblos, parajes o parcelas. Si bien en España no es habitual esta clasificación, los entendidos la reconocen perfectamente en los modelos propios de la Borgoña, en Francia, o Piamonte, en Italia. ‘Teníamos las condiciones, teníamos la realidad y teníamos ya un gran grupo de bodegas trabajando y vinificando los vinos por unidades parcelarias. Es cierto que falta más cultura del vino en España pero el sector profesional sabe que este es un valor diferencial internacionalmente reconocido’. En España, solo Priorat con sus vinos de villa o Rioja con viñedos singulares, habían empezado a explorar este camino. ‘Debo reconocer que la DO Priorat nos ayudó mucho y aprendimos mucho de su proceso’. En junio de 2020 salieron ya al mercado los primeros vinos de villa y de paraje de la DO Bierzo. ‘Hemos hecho un trabajo de futuro para las bodegas y los viticultores del Bierzo que va a revalorizar y, de hecho, ya estamos viendo con un efecto bastante inmediato la revalorización de los vinos y el suelo de las viñas’. De este modo la DO confía en dar valor a toda la cadena de producción, no solo al elaborador. ‘Es necesario que los viticultores obtengan un precio decente, digno y justo por sus uvas para que no abandonen sus viñedos’.
Y así obtenemos vinos particulares, que defienden su singularidad: no solo varietal o territorial, sinó un paso más allá según su emplazamiento, su orografía, su geografía, su edafología y su climatología. Eso que llaman la expresión del terroir o terruño. A ello deberemos sumar después las técnicas de cultivo y vinificación aplicadas. Así, por ejemplo, actualmente encontramos hasta siete vinos que llevan el nombre de Rapolao en su etiqueta, prodecentes de productores diferentes. Y nada tiene que ver el Rapolao de Raúl Pérez con el de Michelini & Mufatto, por poner un ejemplo. El Rapolao es un paraje de apenas 4 hectáreas divididas en una veintena de pequeñas parcelas, en una zona de mucha inclinación, poca agua, sombría y fría donde, a modo de Grand Cru, ya se paga la uva más cara de todo el Bierzo.
Así, la Faraona, el Rapolao o Valtuille son ya, quizás, de esos nombres más célebres y conocidos pero veréis que en breve, no falta mucho ya, cuando pidamos un vino del Bierzo en el bar, diremos que nos pongan un Corullón (vino de villa) o tal vez un Moncerbal, un San Martín o un Cova de la Raposa (vinos de paraje).

Vino de la DO Bierzo.- Es la actual delimitación geográfica de la Denominación de Origen Bierzo.
Vino de Villa.- El 100% de la uva que se utilice debe proceder de parcelas que pertenezcan al municipio o pedanía en cuestión. El rendimiento de la uva (kg/ha) será un 20% menor al máximo fijado por la Denominación de Origen Bierzo.
Municipios y pedanías (Excel, 16 KB).
Vino de Paraje.- El 100% de las uvas que se utilicen deben proceder de un mismo paraje, de nombre reconocido en el pliego condiciones de la Denominación de Origen Bierzo. El rendimiento de la uva (kg/ha) será un 25% inferior al máximo fijado por la Denominación de Origen Bierzo.
http://www.crdobierzo.es/es/clasificacion/
Vino de Viña Clasificada.- El 100% de las uvas que se utilicen deben proceder de una misma parcela o parcelas colindantes de un mismo paraje, de nombre reconocido en el pliego condiciones de la Denominación de Origen Bierzo y que al menos durante cinco años hayan sido tipificados como vinos de paraje y cuya calidad haya sido reconocida por el Comité de Expertos del Consejo Regulador. El rendimiento de la uva (kg/ha) será un 30% inferior al máximo fijado por la Denominación de Origen Bierzo.
Gran Vino de Viña Clasificada.- Caso similar al anterior, pero tipificados con al menos cinco años como vinos de viña clasificada y cuya calidad haya sido reconocida por el Comité de Expertos del Consejo Regulador. El rendimiento de la uva (kg/ha)será un 35% inferior al máximo fijado por la Denominación de Origen Bierzo.