Heladas de Primavera

Verde que te quiero verde. La primavera es lo que tiene. Sale el sol, aumenta el calor y la vida resurge como por arte de magia. Julio me manda una foto de mi viña (16 de abril). La parcela se ve espectacular, verde, con vida y las cepas ya empiezan a despertar tras meses de letargo. Las yemas que dejamos en la poda han empezado a brotar.  Se ven claramente los brotes y hasta las primeras hojas. ‘Esperemos que no venga ninguna helada de primavera porque la planta ya ha despertado’, dice Julio, siempre pensando en los riesgos inmediatos.

En el grupo de padrinos, hay mucha emoción aunque los que llevamos ya un tiempo nos percatamos que el ciclo se ha adelantado. ‘Este año vendimiamos en Junio’, bromea Javier. Pero entre broma y broma, se percibe cierto grado de preocupación. Sabemos que en el momento en que la planta se activa, empieza el show y, sin desearlo, a la mente te vienen todos los posibles riesgos: animales que se comen los brotes (la oruga, el conejo), las malas hierbas que compiten con la vid por los nutrientes y la humedad del suelo, la aparición de plagas y enfermedades, los cambios climatológicos…

La noche del 23 de Abril

Es 23 de abril y en Cataluña es un día cargado de simbolismo: Sant Jordi, las rosas, los libros… No es un día festivo pero os aseguro que no existe una celebración cultural tan significativa y tan arraigada entre los catalanes. Es un día muy especial, donde nos dejamos llevar por la alegría, el entusiasmo, el amor, la felicidad… Así que les mando una felicitación matutina a todo el grupo. ‘Feliç Diada de Sant Jordi’. Y entre mensaje y mensaje de celebración, Julio cambia radicalmente de tercio y nos manda la previsión climatológica. ‘Mañana tenemos peligro’, nos advierte. Bajan drásticamente las temperaturas, podemos llegar a los 0 grados. ‘¡Ay Dios, no por favor! Sant Jordi, no fotem’, me digo a mí misma.

Al día siguiente, lo primero que nos manda Julio son imágenes de los tejados y los coches aparcados en la calle de Cubillos. Se percibe una ligera capa helada.

‘No parece muy grave -dice Julio- pero veremos en las viñas’. Son las ocho de la mañana y Julio y Suso dedicarán el día a recorrer las viñas y observar posibles daños. A mediodía, primeras fotos y audios. ‘‘No parece que sea excesivamente grave pero sí hay partes afectadas. Fué justo entre las siete y las ocho de la mañana cuando la temperatura bajó hasta los 0 y 0,5 grados. Fue muy corto pero suficiente para provocar daños. En principio vemos poco afectado, solo las partes más bajas. Tendremos entre un 2% o un 5% afectado, el godello quizás un poco más, pero veremos en los próximos días porque además se prevé otra bajada de temperaturas el domingo’.

Lo dicho. Empieza el show. ‘Una masa de aire ártica ha «invadido» España, desplomando las temperaturas máximas y mínimas. Las mínimas han caído hasta los -11ºC en puntos de Pirineos y en capitales como Segovia han amanecido a -2.4ºC y en Ávila a -1.6ºC. Hemos tenido heladas significativas, incluso alejadas de zonas de montaña’, informan en televisión. El corazón en un puño.

Los informativos y las redes sociales se llenan de imágenes con los efectos de las heladas en el campo, especialmente frutales y viñedos. Cataluña, Rioja, Ribera del Duero, Galicia… También en Francia.

Los partes de siniestros recibidos por Agroseguro suman 18.223 hectáreas siniestradas, con la uva de vino de Ribera del Duero, Rueda y Rioja como las principales afectadas. En Alava también se registra daños en otras 1.186 hectáreas aseguradas. En Castilla-La Mancha, los daños más importantes se concentran en Cuenca y Albacete, unas 2.918 hectáreas de viñedo en esta región. En Catalunya, los viticultores de la Vall del Corb dan toda la cosecha por perdida. En Galicia, máxima preocupación por el godello de Monterei. Martín Codax no se la juega y para combatir las heladas encendieron 4.000 pequeñas hogueras entre las viñas, un sistema muy utilizado en Francia. ‘El godello es muy sensible a las heladas. Aquí en el Bierzo, hay viticultores muy tocados también’, comenta Julio.

Efectos negativos de las heladas

Las heladas representan uno de los mayores desafíos climáticos para la agricultura y especialmente para la viticultura. La variabilidad climática es un hecho y lo aprendido no vale porque ya nada es igual. Un viticultor muy sabio me dijo un día: ‘Hay que dejar de hablar de combatir el cambio climático y empezar a hablar de adaptabilidad climática porque es eso o morir’. Es contundente pero no puedo dejar de pensar en ello, especialmente al oír que las temperaturas podrían volver a bajar de cara al fin de semana.

No nos queda otra. Cruzar los dedos y confiar en la fortuna. Porque si las heladas son severas, pueden provocar desde una pérdida significativa de producción a la pérdida total, puede afectar a la calidad del fruto, puede dañar e incluso llegar a matar la planta. Solo puedo pensar en cómo ello afecta directamente a la producción del vino pero sobre todo a la economía de los productores.  

Medidas de protección

Lo cierto es que existen varios sistemas y técnicas que los viticultores pueden utilizar para mitigar los efectos de las heladas en los viñedos. En países como Francia, Nueva Zelanda, California son comunes pero en España, digamos que el precio medio de la uva y el vino no admite más costes añadidos. Porque no es lo mismo que el Chardonnay se pague a 6 euros el kilo en la Champagne o Chablis (Borgoña) a los 0,80 euros de la Mencía en el Bierzo. No obstante, recurro a los libros sobre viticultura para repasar los diferentes métodos que existen para combatir las heladas tempranas:

1- Instalación de sistemas de calefacción: Algunos viticultores instalan sistemas de calefacción en sus viñedos para generar calor adicionar y elevar la temperatura del aire en caso de heladas. Estos sistemas pueden incluir el uso de calentadores de aire, velas de parafina, o incluso ventiladores grandes para mezclar el aire y evitar la formación de inversiones térmicas.

2- Aspersión de agua: Este método implica rociar agua sobre las vides durante las heladas. El agua se congela alrededor de los brotes, liberando una pequeña cantidad de calor latente que puede mantener los tejidos de la planta por encima del punto de congelación. Se utiliza también en frutales.

3- Uso de helicópteros: En algunas regiones, se utilizan helicópteros para volar sobre los viñedos durante las heladas, mezclando el aire y evitando la formación de inversiones térmicas que conducen a las heladas.

4- Instalación de cortinas de aire caliente: Este método implica el uso de cortinas de aire caliente para crear una barrera que proteja las vides del aire frío.

Como véis, ninguno es sencillo. Así que cierro el libro y poco puedo hacer más que desear con todas mis fuerzas que el tiempo nos respete. Y el show no ha hecho más que empezar.🤞

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Publicado por maiteruiza

Periodista. Especialista en Vinos. Autora de El Viaje al centro del Vino

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